Por Cristina García, Gerente de Atención a Clientes en Ciudad de México
Siendo muy objetivos, la pandemia está siendo un acontecimiento a nivel mundial que no solamente desestabilizó todos los sectores que conforman la sociedad, también nos dio, a algunas personas, la posibilidad de hacer del problema una oportunidad, de recordar todas las habilidades que tenemos, de demostrar que somos capaces de hacer mucho más de lo que estábamos acostumbradas.
La mayoría de las mamás somos personas con habilidades “multitask” para poder brindar atención, no solo a nuestros hijos, sino también a un sinnúmero de tareas en el hogar y en la oficina.
El estar trabajando desde casa nos permite atender desde un solo lugar todas las actividades que conforman nuestro día a día y nos ha permitido ser mucho más eficientes. Podemos atender las labores de la casa, las de las escuelas de los hijos, y estar pendiente de la comida con todo lo necesario para prepararla, claro, sin dejar de lado nuestro trabajo de oficina.
Hemos sabido aprovechar herramientas actuales para facilitar o simplificar nuestras actividades y, lo más importante, nos estamos dando la oportunidad de conocer más a nuestros hijos y a las personas con las que hemos vivido esta etapa de encierro.
En mi caso particular, mis hijos ya son jóvenes adultos de 24, 21 y 19 años respectivamente, y me siento muy contenta de poderlos ver (como hace años no lo hacía) prepararse para salir a trabajar o para conectarse a sus actividades escolares o laborales. Puedo convivir de nuevo con ellos como ya no lo hacía, los veo más, los disfruto más. Tenemos la oportunidad de trabajar en equipo, de comer juntos… ¡wow! ¿Saben cuántos años tenía que esto no pasaba?
Jamás hubiera imaginado que podríamos llegar a vivir esto, parecía tema de una película futurista y véanos hoy, ¡en plena pandemia!
Dicen que absolutamente todo en la vida tiene 2 lados, uno bueno y uno malo, y que cada uno de nosotros decidimos cuál de estos lados queremos verle a cada situación. Desafortunadamente, para innumerables familias, la pérdida de seres queridos ha traído una tristeza y un sufrimiento que no podemos ignorar.
En mi situación, todavía tengo la oportunidad de ver el lado positivo, y me muestro positiva en todo lo que hago, pienso, emprendo, planeo. Sé que mi vida pertenece a Dios y que yo estaré aquí hasta que Él lo decida; sin embargo, hoy me está dando la oportunidad de disfrutar mi estancia en el mundo de un modo diferente y lo quiero aprovechar.
Y tú, ¿qué lado de la pandemia quieres ver?
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