Por Neftalí García, Pastor en Ciudad de México
Terminar un año, siempre nos invita a reflexionar sobre las experiencias que hemos vivido.
365 días con momentos buenos y malos.
Al parecer, en este año, la pandemia ha disminuido y eso nos ha dado la oportunidad de salir de casa y regresar a nuestra “normalidad». Pareciera que después de estar encerrados; ahora podemos ver, valorar y vivir las cosas de una manera diferente.
Volvimos a ir al supermercado, asistimos a conciertos, disfrutamos partidos de futbol, incluso nos sentamos a la mesa con otros familiares, vimos su rostro fuera de una pantalla y sin necesidad de utilizar cubrebocas… Todos estos son motivos por los cuales debemos ser agradecidos.
Ser agradecido, es apreciar los detalles más pequeños de la vida; un rayo de sol, una gota de lluvia, un suspiro al viento, la sonrisa de un ser querido… ¡Cuánto hemos disfrutado este año!
Dios nos ha dado 365 días, y en cada uno de ellos nos ha acompañado, incluso en los momentos que parecieran tristes o difíciles, Él nos ha tomado en sus manos, nos ha cuidado y consolado.
¡Tenemos tanto que agradecer!
Ante la incertidumbre del próximo año, podemos confiar en que tendremos estos pequeños detalles, que nos recuerdan que estamos vivos y que hay mucho por disfrutar.
Recuerda todas las cosas buenas que Dios te ha dado…
Una familia, amigos, un hogar, comida, ropa… y esos pequeños momentos.
Ten la seguridad de que en el año que comienza, Dios estará contigo en todo momento. ¡Agradece todas las cosas y disfrútalas!
Que Dios te bendiga grandemente en este 2023.
¡Feliz y próspero Año Nuevo! Siempre en la compañía del Salvador Jesús.
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