¿Crees que los demás comprenden tus ideas y planteos?, ¿logras darte a entender claramente y sin discusiones?, ¿eres claro demostrando tus sentimientos?
La capacidad de comunicarnos es la interacción humana más importante y a la vez, más frágil. Desde Vivenciar queremos reflexionar acerca del fenómeno de la comunicación interpersonal y de cómo esto afecta tu vida.
Hablemos sobre esto…
Un estudio realizado en la Universidad de Piura -Perú- en el año 2013 afirma que la mayoría de personas – 70% – involucradas en la investigación, tienen relaciones interpersonales frágiles: amigos, parejas o colegas donde se entablan vínculos de corta duración. En su mayoría los datos más relevantes obtenidos pertenecían a edades jóvenes, entre los 20- 30 años. Esta fragilidad de los vínculos se caracterizaba por tratarse de relaciones con poco diálogo y poco conocimiento mutuo.
Otro factor analizado por varias investigaciones es el uso de los smartphones, tablets y laptops que muchas veces son indispensables para el trabajo o el estudio. Estos dispositivos hacen que los usuarios vayan perdiendo poco a poco el trato directo con las personas y las habilidades para comunicarse espontáneamente; se pierde lo que se conoce como el vínculo “cara a cara”.
En la vida cotidiana te cuesta relacionarte con los otros fluidamente. Te es difícil crear vínculos con tus compañeros de trabajo o de la escuela. Tus amigos son los mismos desde la niñez, no puedes crear nuevas amistades. Con tu pareja, no puedes tener una conexión significativa, te cuesta proponer un tema sin terminar en una discusión. Cuando logras expresar tu punto de vista, siempre quedas con la sensación de no haber podido decir todo lo que pensabas. Si sientes eso, desde Vivenciar creemos que es importante que evalúes tu comunicación con los demás.
Reflexiona en estas situaciones cotidianas y evalúa si estos ejemplos se identifican contigo.
La comunicación en la familia
Cuando los miembros de una familia no tienen una buena comunicación parece que nada funciona. Una familia que no se comunica enfrenta desencuentros en la rutina, en los horarios y principalmente en los objetivos en común. Un padre que no se entiende con la madre, hijos que no saben a quién prestar atención e, incluso, dudan en quién confiar, son situaciones reales y frecuentes. Si el padre y la madre no están en sintonía con sus objetivos, sus metas, la crianza de los hijos y tantos otros asuntos relativos a la convivencia, este grupo puede llegar a entrar en crisis y desfragmentarse. Por esto, una buena comunicación entre los miembros de la familia hace que todos trabajen para un mismo objetivo, un desarrollo en común. Asumir tareas, roles y responsabilidades implica ,primeramente, una conversación clara de hacia donde quieren ir como familia unida, con un propósito.
Manteniendo los vínculos
Cuando tenemos dificultad para comunicarnos parece ser difícil crear vínculos con los amigos o las personas cercanas. Incluso, hacer nuevas amistades es un problema. Podemos terminar aislándonos de nuestros colegas de estudio o trabajo por estas actitudes y acostumbrarnos a ello. Esta actitud puede verse como desinterés al otro. Sin darnos cuenta estamos solos y parece que nadie se interesa demasiado por nosotros.
Reconocer que tenemos dificultad para comunicarnos es el primer paso, abrirnos a la posibilidad de generar espacios para el diálogo, simplemente haciendo preguntas triviales y oportunizando la respuesta del otro, es una forma de disponernos a conversar y a mostrarnos interesados. Quizás, al principio, sea difícil pero lograr una buena comunicación es algo que se desarrolla con el hábito, la práctica y fundamentalmente la actitud. Somos seres sociales y comunicativos por naturaleza.
La falta de comunicación en el trabajo
Una comunicación deficiente en el ambiente laboral puede costarle el empleo a una persona. No es raro encontrar personas extremadamente capacitadas para una función pero que no logra comunicarse bien con su equipo o con sus compañeros de trabajo. Saber transmitir su opinión, sus ideas, sus expectativas y sus metas es importante para aquellos que trabajan contigo, para que puedan saber de primera mano que esperar de ti, como actuar, dar sugerencias o trabajar en equipo frente a un proyecto o una idea.
¡Estamos aquí para escucharte!
La buena comunicación puede hacer la diferencia en tu vida.
¿Ya te has dado cuenta de lo importante que es transmitir una idea de forma clara y directa? ¿Será que las personas están entendiendo lo que tratas de comunicarles? Hay mucho por detrás de la comunicación efectiva. Conoce un poco más con este video.
El lenguaje verbal y no verbal
Imaginar un mundo sin comunicación es algo imposible. Desde el comienzo del mundo, Las sociedades se han construido a través de la comunicación, ella es quien facilita la transmisión de la cultura. Ahora debemos preguntarnos: ¿qué significa comunicarse? ¿será solo emitir un mensaje a un receptor o habrá algo más? Definitivamente hay otros factores que hacen y median la comunicación. Lo que decimos, como lo decimos y cómo nos comunicamos a través de nuestro cuerpo. Éstos son factores determinantes: el lenguaje verbal y no verbal.
Através de la comunicación el individuo puede expresarse, transmitir ideas y sentimientos. A la hora de decir lo que sentimos podemos encontrar algunas piedras en el camino, puede ser por no ser efectivo en la expresión, por no saber hacerlo o por algún defecto. Cabe preguntarnos si esto es frecuente, o es un defecto personal. La respuesta es sí, los humanos cometemos muchos errores a la hora de comunicar nuestros sentimientos. Para mejorar la comunicación debemos ser efectivos a la hora de expresarnos. ¿ Estoy comunicándome bien con los demás? ¿Cómo puedo darme cuenta de eso?
Entendiendo estos componentes básicos de la comunicación efectiva debes tomar en cuenta estos aspectos para poder dar a entenderte mejor:
- Mantener el contacto a través de la mirada.
- Prestar atención a la postura corporal y los gestos que se entiende como “lenguaje no verbal”. Esto también comunica.
- Respetar y mantener cierta distancia /contacto físico cuando es necesario.
- Saber captar lo que la otra persona está diciendo y poder reconocer puntos de vista distintos de los propios.
- El contenido de lo que uno dice debe ser sincero.
- Tener clara la intención respondiendo ¿Cuál es el fin de lo que quiero comunicar? Siempre debemos tenerlo en cuenta, para crear el mejor espacio para la conversación.
Cómo escuchar mejor
La comunicación no solo trata del mensaje que quiero transmitir, sino también de otro que tendrá algo para decir. Para que la comunicación sea efectiva debemos aprender a escuchar al otro. El oír no se trata solo del proceso biológico auditivo, sino de potenciar nuestra empatía. Crear un espacio donde el otro se sienta cómodo al hablar. Para lograr esto, debemos primeramente tratar de despojarnos de todo preconcepto al comunicarnos con otros. Todos somos diferentes y eso es proceso de experiencias vitales diversas.
- Escucha más de lo que hablas. Deja que la otra persona hable.
- Repite a la persona lo que crees que escuchaste con palabras similares o distintas.
- Trata de tener una actitud que sea de predisposición a la hora de hablar con el otro. Trata de ser lo más objetivo posible.
- Pon atención en lo que estás diciendo y trata de colocarte en el lugar de quien te habla.
- Estudia las señales no-verbales. Es importante poner atención en los gestos, expresiones faciales, las posiciones corporales y otras señales no-verbales ya que gran parte de la comunicación se da por medio de este lenguaje.
- Si es posible, ponte cómodo. Es más factible que puedas concentrarte y escuchar con efectividad.
Cómo hablar efectivamente
Muchas situaciones de la vida nos hacen preguntarnos cómo comunicarnos efectivamente, con los compañeros de trabajo, la familia y los amigos. El hablar efectivamente es algo sumamente importante. Al expresar ideas se intercambia información, la influencia sobre los otros y tus actitudes condicionan las relaciones. Por eso es necesario desarrollar la habilidad de comunicarse efectivamente. Algunos consejos básicos para tener en cuenta a la hora de hablar:
- Ser consiente del tono y volumen de la voz, considerando lo que estoy transmitiendo.
- Luego de escuchar con atención estarás listo para desarrollar alternativas o soluciones a lo planteado. En esta etapa, conviene dejar que la persona elabore sus propias conclusiones.
- Los gestos, la postura física y las expresiones faciales que hacemos en la conversación, evitando cruzarnos de manos o no mantener contacto visual. Esto, aunque no conlleve palabras, comunica, incluso, mucho más fuerte lo que vayamos a decir con las palabras.
- Exploración, luego de escuchar a alguien, podemos hacer preguntas para obtener información adicional y mostrar interés.
- Toma una actitud positiva como interlocutor. Siempre es bueno comunicarse con alguien así.
- Una motivación adecuada es la que determinará el proceso comunicativo. El respeto hacia el otro es fundamental.
Dos vías
La comunicación es un proceso de dos vías. Usted puede estar dispuesto a transmitir un mensaje, pero éste no se comunicará hasta que la otra persona esté recibiendo ese mensaje. Busque el tiempo correcto, el ambiente adecuado y vea si la persona está en condiciones de recibir lo que usted quiere comunicar. Usted puede hacerse estas preguntas a nivel personal:
- ¿Cuánto conozco a esa persona?
- ¿Qué intereses y valores presenta?
- ¿Qué es lo que esa persona y yo sabemos sobre lo que vamos a hablar?
- ¿Cómo esa persona normalmente se comporta conmigo?
- ¿La persona tiene interés en lo que voy a comunicar?
- ¿Cuál es la postura de esa persona frente al tema?
¡Estamos aquí para escucharte!
¿Y qué más?
La comunicación es algo esencial en la vida del ser humano, ella forja nuestra cultura y las relaciones con los otros. No solo se trata de una acción biológica de transmitir con sonidos o gestos un mensaje que quiero compartir a otro interlocutor, sino que quién lo recibirá tendrá también algo que decir o aportar. Para lograr su verdadera efectividad la comunicación involucra el acto de oír y nuestra capacidad para escuchar, gesticular y transmitir mensajes con la postura corporal; involucra nuestra capacidad para preguntar, conversar, compartir y entender. Como individuos, debemos ir en búsqueda de la buena comunicación, la comunicación efectiva, que se logra a través de la empatía y el interés en escuchar y preocuparse por el otro.