Mateo fue un discípulo y amigo de Jesús. Fue testigo de su vida y ministerio. Jesús le pidió a Mateo que fuera un discípulo, alguien que sigue al maestro. Jesús tenía Buenas Nuevas que contarle a Mateo. Él estaba convencido que Jesús era el Salvador, quien Dios había prometido enviar. Él creía que Dios había enviado a este Salvador para que la gente, al creer en Él, se salvara del pecado, la muerte y la condenación eterna. ¡Éstas eran las BUENAS NUEVAS! La palabra «Evangelio» significa Buenas Nuevas. El libro que estaremos estudiando pudiera llamarse «Las BUENAS NUEVAS (o Evangelio) Según San Mateo».
En estas lecciones hay referencias a otros pasajes bíblicos que lo ayudarán a entender lo que Mateo ha escrito. Cuando los encuentre, será conveniente que los lea y continúe con la lección.
¿CÓMO NACIÓ JESÚS?
(Lea el capítulo 1)
Mateo nos dice que antes que María (la madre de Jesús) se casara, antes de tener relaciones sexuales con un hombre, ella estaba encinta. ¡Un gran milagro! por medio del poder del Espíritu Santo. Aunque para el hombre hay muchas cosas imposibles, el poder de Dios no tiene límites. La Biblia nos dice, «Para Dios no hay nada imposible» (Marcos 10:27) En Lucas 1:26-38, podemos observar la reacción de María al recibir esta noticia.
¡Otros reaccionaron diferente! Cuando José, el prometido de María, supo que ella iba a tener un hijo, quería cancelar el matrimonio, pero Dios no quería que esto sucediera. En el versículo 20, nos dice que un ángel del Señor se le apareció a José y lo animó para que se casara con María. El ángel le dijo a José que María no le había sido infiel y que el bebé había sido concebido por el Espíritu Santo. Este sería el prometido por Dios para «salvar a su pueblo de los pecados».
El nacimiento de Jesús fue profetizado muchos años antes por el profeta Isaías (vaya al Antiguo Testamento Isaías 7:14). Isaías usó la palabra «Emanuel» para referirse al Salvador que vendría. Esta palabra significa «Dios con nosotros». Cuando Jesús vino a la tierra era ¡realmente Dios mismo!
DOS REACCIONES A SU VENIDA
(Lea el capítulo 2)
Muchas personas hacen la pregunta «¿Quién es este Jesús?» Ellos no entienden a Jesús, pero desean saber más sobre Él. En el tiempo de Jesús, había algunas personas conocidas como «reyes magos» o «sabios». Estos hombres estudiaban las estrellas y el cielo. (Eran una mezcla entre los astronautas de hoy en día y los astrólogos). Dios puso una señal maravillosa en el cielo para anunciar el nacimiento de Jesús y cuando estos hombres la vieron, supieron que algo especial estaba aconteciendo en el mundo. Ellos viajaron desde una tierra lejana a la capital de Israel (la ciudad de Jerusalén) para pedirle al Rey Herodes que les dijeran cómo podían encontrar al nuevo Rey.
Imagínese la sorpresa de Herodes al oír de (unos extranjeros) que un nuevo rey había nacido. Él le pidió a sus propios hombres conocedores si podían explicar esto y ellos lo llevaron al pasaje del Antiguo Testamento (Miqueas 5:2) el cual dice que el que gobierna al pueblo de Dios vendría de un pequeño pueblo llamado Belén (a sólo 15 millas al sur de Jerusalén). Herodes envió a los sabios a Belén y les pidió que le dejara saber dónde estaba el niño Él les dijo que quería «adorarlo» también—, pero realmente lo que quería era matar a este nuevo Rey.
Cuando los sabios llegaron a Belén, encontraron al niño Jesús con María y José. Ellos lo adoraron y le dieron valiosos regalos. Cuando se preparaban para regresar a Herodes, fueron avisados, por medio de un sueño, que no volvieran a Jerusalén, sino que se fueran por otro lugar. Sabiendo que esto iba a enfurecer a Herodes, Dios envió un ángel a José para decirle que tomara al niño Jesús y a su madre María, y se fueran a Egipto. Allí estarían a salvo. José lo obedeció.
Herodes supo que los sabios se habían burlado de él. Enfurecido, ordenó que mataran a todos los niños varones, menores de dos años nacidos en Belén y sus cercanías. Este acto malvado había sido profetizado por Dios por medio del profeta Jeremías. Muchas iglesias cristianas hoy en día celebran el 29 de diciembre como los Santos Inocentes (en honor de los niños matados por Herodes).
El Rey Herodes murió al poco tiempo y un ángel fue quién le dijo a José que ya podía regresar a su hogar. José tomó a su familia y volvió a Nazaret.
COMIENZA EL MINISTERIO DE JESÚS
(Lea el capítulo 3)
No conocemos mucho acerca de la adolescencia de Jesús. Dios guió a Mateo a escribir acerca de lo que necesitábamos saber para poder creer que Jesús es nuestro Salvador. Mateo continua su recuento del Evangelio (Las Buenas Nuevas) en el río Jordán donde Jesús sería bautizado por Juan. Por ese tiempo, Jesús tendría 30 años. Pero antes de conocer acerca del bautismo de Jesús, debemos oír acerca de Juan.
Lucas, el escritor, nos da una información adicional acerca de Juan. Quizás debiera leer Lucas 1:5-25 y 57-80. Juan era primo de Jesús y su papel fue también profetizado por Dios por medio del profeta Isaías (Isaías 40). Él tenía que preparar a la gente para recibir al que vendría- El Mesías-, Jesús. Cuando Jesús fue a que Juan lo bautizara, Juan le contestó que Jesús era el que debería bautizarlo. Jesús respondió que Juan debía bautizarlo a Él para poder cumplir todo lo que Jesús había venido a hacer. Fue como cerrar un libro y el comienzo de otro- el ministerio de Juan estaba terminando y el de Jesús comenzaba. (Quizás desee leer más acerca de Juan el Bautista en Juan 1:19-37).
Después que Jesús fue bautizado sucedió algo increíble. Los cielos se abrieron, el Espíritu de Dios descendió en forma de paloma y descansó sobre Él, y una voz del cielo dijo, «Este es mi hijo amado en quien tengo complacencia».
¡Qué testimonio para la gente de esa época como para nosotros también hoy! Cuando Jesús comenzó su ministerio, esta señal mostró que Él era el que abriría los cielos, en el que el Señor había puesto su Espíritu (lea Isaías 42) y ser el Hijo de Dios.