Nuestro contenido fue creado especialmente para ayudarte a superar los momentos difíciles de la vida. Pero estamos aquí disponibles para hablar contigo a través de nuestros canales.

Por Neftalí García, pastor en la Ciudad de México

Hay sorpresas que nos cambian la vida, comúnmente nos alegramos cuando estas sorpresas son algo positivo. Por ejemplo: un regalo, un premio, un embarazo, etc. Cuando sabemos de este tipo de noticias, nos emocionamos, incluso pueden llegar a salir lágrimas de alegría. 

Pero no todas las sorpresas son positivas, a veces nos llegan noticias dolorosas, para las cuales no estamos preparados, ¿quién está preparado para una mala noticia? Usualmente vivimos nuestro día a día pensando en que las cosas saldrán tal cual las planeamos.

Una de las sorpresas más desagradables o dolorosas que podemos recibir, es enterarnos de que tenemos una enfermedad crónica o terminal. Al escuchar este tipo de noticias, nuestro mundo y todo lo que planeamos, puede venirse abajo. 

Muchas veces solemos culparnos, atemorizarnos, desesperarnos o, incluso, podemos llegar a caer en negación, ya que creemos que nuestra vida está completamente en nuestras manos, creemos tener el control por sobre todas las cosas. Sin embargo, los diagnósticos repentinos nos muestran que no es así, que no podemos tener el completo control de todo, ni siquiera de nuestra vida o de nuestro cuerpo.

Es en esos momentos cuando llega a nuestra puerta la oportunidad de reflexionar y agradecer por lo mucho que hemos sido bendecidos, por el tiempo que hemos disfrutado de una buena salud y de las alegrías que se comparten en familia y con aquellos seres queridos, así como de todo lo bello que existe a nuestro alrededor. Enfrentar una enfermedad crónica o terminal, es menos difícil cuando somos agradecidos. 

Recordemos que Dios es quien nos sostiene toda la vida, incluso, en esos momentos difíciles, Él no solamente está presente cuando las sorpresas son positivas, más bien, Él nos acompaña en todo momento, aún cuando las cosas se vuelven complicadas y salen de nuestras manos. Dios siempre tiene el control de todo, Él nos ama y pone todas esas bendiciones, como; nuestra familia, nuestros amigos y seres queridos, para fortalecernos en tiempos difíciles. 

Dios en su Palabra nos dice: “Clama a mí, y yo te responderé; te daré a conocer cosas grandes y maravillosas que tú no conoces.” Jeremías 33:3

Si estás atravesando tiempos difíciles por recibir una sorpresa desagradable, no te desesperes, Dios tiene el control de todo, Él sufrió por ti, llevó en la cruz todo tu dolor, conoce tu necesidad y te asegura que estará a tu lado aún cuando el escenario parezca desolador.

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Él no solamente está presente cuando las sorpresas son positivas, más bien, Él nos acompaña en todo momento, aún cuando las cosas se vuelven complicadas y salen de nuestras manos.

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